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De pandemias y años nuevos: El Covid y la necesidad de ayudar

La pandemia ha sido mucho más larga de lo que todos esperábamos. ¿Se acuerdan cuando pensábamos que serían unas semanas nada más de cuidados, y luego todo volvería a la normalidad? Bueno, como todos sabemos, eso no pasó. Pero no es la única mala noticia. La otra es que los efectos negativos en la salud, la mente y la economía de las personas tampoco se irán pronto.

¿Eso qué significa? Quiere decir que, aunque diversas estimaciones de crecimiento económico dicen en el 2021 la economía mexicana crecerá hasta 5%, la caída del Producto Interno Bruto de México en 2020 fue durísima. Según el INEGI, en 2020 el PIB cayó 8.5%, el peor resultado desde 1932. A pesar de que hacia el cierre de año se vio alguna mejoría, los mexicanos van a ver las consecuencias de esto por un largo rato. Veamos cómo.

Según la Encuesta de Acceso a la Salud y Estado de Derecho en el marco del Covid-19, 48.3% de las personas que tenían un trabajo remunerado antes de esta contingencia vieron su ingreso afectado. De ellos, 25.9% sigue en el mismo trabajo pero tiene menos ingresos, el 5.1% sigue con empleo pero tiene el salario suspendido y el 16.9% perdió su empleo. En términos más simples, una de cada dos personas está en peor situación de la que estaba antes del COVID.

En términos sanitarios y emocionales el panorama no es más alentador. De acuerdo a la Encuesta mencionada, entre los principales impactos de la pandemia se señala alguna enfermedad derivada del estrés, la necesidad de buscar otro trabajo, la falta de alimentos suficientes en casa, no poder tomar clases a distancia y la ruptura de alguna relación. Estas cosas dejan secuelas en el ánimo y en la salud. Secuelas que llevará tiempo superar.

De acuerdo a los resultados más recientes del CENSO, en México habitan 126 millones de México. Siguiendo con el análisis del 2020, es previsible que, tras este año tan complicado, la demanda de servicios que ofrecen las instituciones sin fines de lucro (ISFL) crezca, justo cuando es muy posible que los ingresos que perciben sean menores.

En este escenario, las ISFL que puedan demostrar resultados serán las que mejor preparadas estén para salir airosas de la coyuntura. Esto es, las ISFL que sepan cómo medir y evaluar el resultado de sus acciones, que puedan demostrar que están transformando efectivamente el entorno en el que trabajan.

Como escribimos hace unas semanas en el BLOG[ECL1] , la filantropía intencional es el futuro del sector filantrópico. Y ese futuro ya nos alcanzó y llegó para quedarse.

Los retos son muchos y como explicamos serán más grandes. En Sumando Hacemos Más queremos  apoyar a las ISFL a que cumplan con su mandato, que consigan sus objetivos y transformen a México en un país más equitativo, más sano y más sustentable, acompañándolas en estos momentos tan desafiantes.

Queremos trabajar con el ecosistema filantrópico apoyando los esfuerzos que se enfocan en los niños, en los adultos mayores, en las mujeres y en el medio ambiente, buscando fortalecer al futuro de México, a la población vulnerable, al presente de México y al mundo en el que habitamos.

Acércate y conócenos: Juntos, podemos transformar a México.


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